Fue un sábado 5 de noviembre de 2011 cuando, tras más de 70 años sin masonería, fue consagrada en Jaén la Respetable Logia Andrés de Vandelvira, con el número distintivo 175 dentro de la Gran Logia de España.
Como nada es casual en esta vida, este trascendental acontecimiento para la historia reciente de nuestra provincia, tuvo lugar en uno de los salones del Hotel HO Ciudad de Jaén llamado Bailén (curioso nombre para una Logia que, dentro de los diferentes ritos posibles en la GLE había elegido el Rito Francés).
El levantamiento de columnas o nacimiento de nuestro Taller fue la guinda de un pastel que comenzaba 30 días antes. El Museo Provincial de Jaén nos apoyó exponiendo durante un mes una completísima exposición sobre Masonería. Como colofón a estas jornadas preparatorias se celebraron conferencias, conciertos, entrevistas, visitas masónicas guiadas … que fueron culminadas con la presencia del Gran Maestro de la Gran Logia de España el Muy Respetable Hermano Óscar de Alfonso Ortega, el cual, ofició personalmente la ceremonia de consagración.
En estos 8 años de vida, nuestro periplo ha sido muy intenso y enriquecedor. La vida de una Logia masónica está llena de subidas y bajadas pero, todo tiene un mensaje positivo, si los hermanos que componen el Taller no dejan de sustentarse sobre los pilares fundamentales de la Masonería y apoyarse en los valores universales que nos inculca nuestra Augusta Orden.
Somos un Taller de lo más variopinto y, eso, lo convierte en especial. Hermanos de muy diferentes nacionalidades conforman el crisol cultural llamado R.:.L.:. Andrés de Vandelvira, por ejemplo: España, Brasil, Uruguay, Italia, Venezuela, México o Francia.
A fecha de hoy, 20 miembros componen nuestro Taller. Todo tipo de profesiones: músicos, escritores, diseñadores gráficos, deportistas, técnicos en telecomunicaciones, abogados, contables, químicos, periodistas, restauradores, militares, políticos, empresarios o agentes comerciales. La Masonería no entiende de edades. Tenemos miembros desde los 30 a los 70 años, laboralmente en activo o jubilados. Todos tienen cabida siempre y cuando sean, como dicen nuestros antiguos landmarks , ¨ hombres libres y de buenas costumbres ¨.
Actualmente, podemos presumir de tener buena salud. La Fraternidad, el Conocimiento y la implicación social han calado profundamente entre nuestros hermanos. Nuestra Logia inculca a sus miembros un enfoque moral y ético de la vida: sus valores se basan en la integridad, la fraternidad, la honestidad, el respeto y la igualdad. Se les insta a considerar los intereses de la familia como primordiales pero, sin olvidar nunca, que debemos preocuparnos por los demás, atender a los menos favorecidos y ayudar a los necesitados.
En estos ocho años hemos participado de diferentes acciones sociales realizadas con personas que han necesitado de nuestra ayuda, hemos colaborado en proyectos como el Chemo-box apoyando al Departamento de Peditría y Oncología Infantil del Hospital de Jaén o, lo que nosotros consideramos nuestro Proyecto de Beneficencia, la colaboración en ¨ Una esperanza para Celia ¨, investigación que busca encontrar solución a una enfermedad ¨rara¨ consistente en un déficit en el factor V de la sangre.
Las Logias masónicas viven en un eterno retorno, un interminable ouróboro. De aquellos 7 maestros masones que fundaron nuestra Respetable Logia ahora sólo quedan afiliados a ella 2. Los otros 5 por diferentes motivos profanos, hoy día, son miembros de otros Talleres masónicos. A las puertas de nuestra Logia llaman varios profanos interesados en saber, conocer el qué hacer para poder formar parte de esta centenaria organización, por la parte administrativa, o milenaria Orden en su vertiente esotérica. Otros ya están, simplemente, esperando el día de su iniciación tras haber superado las rigurosas aplomaciones o entrevistas masónicas.
Ya para despedirme, sólo me queda desear larga vida a la Respetable Logia Andrés de Vandelvira.
Vivat, Vivat, semper Vivat
Alejandro Gómez Hurtado
Miembro Fundador
Maestro Masón
Caballero Rosacruz
